MARAVILLAS DEL LEVANTE: PEÑÍSCOLA, CASTELLON

Peñíscola es un municipio de la Comunidad Valenciana, situado en la costa norte de la provincia de Castellón, en la comarca del Bajo Maestrazgo. Posee título de ciudad desde 1707.

La ciudad se sitúa en un tómbolo, que forma una estrecha lengua de tierra, una gran roca alejada de la costa y la tierra firme, como son el peñón de Ifach, el peñón de Gibraltar, el existente en el cabo Trafalgar. O como ocurre con las ciudades de Cádiz, A CORUÑA, Gijón o San Sebastián, que fueron en su día islas litorales, unidas al continente por tómbolos.

El casco antiguo de Peñíscola es una península rocosa, en origen unida a tierra solamente por un istmo de arena, lo que hacía fácil su defensa; aunque ocasionalmente se inundaba y quedaba sepultado bajo el agua del mar, como acurre en el Mont Saint-Michel en la Normandía francesa.

Actualmente, debido a la construcción del puerto y de los edificios en el istmo, este curioso hecho ha desaparecido. Su parte primitiva divide, la costa de Peñíscola en dos mitades absolutamente diferentes.

Peñíscola ha sido la encrucijada de las culturas mediterráneas, todas ellas reconocieron su ventajosa situación, su seguridad como fortaleza irreducible y su idoneidad como hábitat, tanto por su clima como poseer abundante agua dulce que emana del manantial de la Font de Dins, ya utilizado por los romanos. Un oleoducto que desemboca a los pies de la muralla, en la Fuente de la Pexina erigida 1578 y va hasta el lavadero, hoy completamente remodelado, situado un poco más abajo, de allí esta agua va a parar al mar.

Más recientemente, en 1913 y con la película de cine mudo Ana Cadova dirigida por Fructuós Gelabert, Peñíscola comenzó a ser una localización elegida por los cineastas. Lo que ha aprovechado el ayuntamiento para confeccionar una ruta llamada “PEÑÍSCOLA DE CINE”, donde mostrar los bellos escenarios que tiene el lugar. Films como Calabuch de 1956, de Berlanga, El Cid de1961, con Charlton Heston y Sophia Loren. Paris Tombuctú de 1999, o series como El Chiringuito de Pepe de 2014 o la aclamada Juego de Tronos en 2015. Y otros muchos films, principalmente españoles, hasta sumar más de 22 títulos. En este mismo lugar, frente a la fuente, se ha rodado una serie que ha dejado su recuerdo, como fue la de El Chiringuito de Pepe.

Junto al puente peatonal que lo une al actual puerto, una placa indica que desde 2013 pertenece a la red de Los pueblos más bonitos de España.

Para acceder al interior del recinto amurallado, atravesamos la Puerta de San Pere (San Pedro), construida en 1411 por Benedito XIII.

Era el acceso a la ciudad por mar, hasta la construcción del puerto pesquero en 1925.

Este enclave fue escenario de diferentes rodajes televisivos.

Está formado por un arco rebajado de sillería, sobre cuya dovela central se haya el escudo del Papa Luna. Según la tradición, en la época del Cisma de Occidente, por aquí llegaba San Vicente Ferrer para convencer al Papa Benedito XIII de que abdicara, mientras este, tozudamente seguía en sus trece. Se sospecha que el hecho dio origen a esa expresión.

Hacemos una parada en la calle Atarazanas para aprovisionarnos del azúcar necesario para anular las agujetas por lo que nos espera.

Poco más arriba nos topamos con el Fortín del Bonete, antiguo puesto de vigilancia de la zona sur del recinto amurallado construido por el Papa Luna y parcialmente destruido en la Guerra de la Independencia.

Aquí también se rodaron escenas de diferentes películas.

A los pies de este se abre el bufador, una gran brecha entre las rocas, por las que respira el mar los días de temporal, emitiendo unos fuertes gruñidos.

Continuamos hasta el Baluarte del Príncipe, donde se encuentra el Museu de la Mar, y desde donde podemos otear unas bellas vistas del mar y puerto.

El lugar también fue utilizado en varias de los filmes aquí rodados.

Continuando nuestro paseo por sus llamativas calles, advertimos la Casa de las Conchas, "les Petxines".

En la década de los cincuenta, por iniciativa de una pareja de vecinos, se rellenó de conchas, resaltando su carácter marinero.

En esta zona y asomando al mar está el Polvorín, que pertenece al castillo. Durante la edad media era el aljibe templario, y en el siglo XVIII fue transformado en almacén para pólvora.

En la parte superior de este se encuentran las terrazas del Faro construido en 1892. Con anterioridad a la electricidad, la señal lumínica se producía mediante hogueras.

Continuamos ascendiendo por un laberíntico entramado de calles, buscando siempre las que son accesibles a personas con movilidad reducida.

Llegamos a la iglesia parroquial de Santa María, antiguamente conocida como del Socorro, edificio de gran interés aunque poco conocido. Debió levantarse tras la reconquista, conservando de esta época una puerta de tradición románica, y reconstruyéndose tras un fuerte incendio en la primera mitad del siglo XV. Fue ampliada entre 1725 y 1739. En su interior se pueden visitar elementos relativos a la estancia de dos papas en el municipio como una cruz procesional y un cáliz de Benedicto XIII, el Papa Luna, y un relicario de Clemente VIII.

Aquí podemos asomarnos a la muralla renacentista de Peñiscola proyectada por J.B.Antonelli. Fue construida durante el reinado de Felipe II (siglo XVI) y constituye un importante ejemplo de arquitectura militar peninsular.

En este lienzo se abre la Puerta de Fosc, cuya traducción literal del nombre es “Portal oscuro”. Fue la puerta principal de la ciudad hasta el siglo XVIII, siendo atribuida por algunos autores a Juan de Herrera.

Sobre la puerta, al exterior, hay un escudo y cartela conmemorativa del rey Felipe II como regente.

Esta puerta sirvió de escenario a grandes producciones cinematográficas.

Los elementos característicos de estas construcciones defensivas que podemos contemplar en Peñiscola son los baluartes de planta estrellada, construidos con bóvedas internas huecas o acasamatadas de gran resistencia donde se podían establecer arsenales, cantinas o polvorines, las zonas superiores aterrazadas o baterías, los muros exteriores de sillería ataludados con el cordón corrido que resuelve los cambios de plano.

También las garitas para ofrecer amparo volado en las esquinas (como el balcón de Pilatos), entre otros.

Seguimos callejeando buscando el acceso menos empinado del peñón que nos lleve hacia la plaza de armas, donde se alza el monumental CASTILLO y el ermitorio dedicado a la Mare de Déu de l'Ermitana, patrona de Peníscola.

Esta plaza fue el plató de varios rodajes.

Corona esta ciudad antigua, el castillo-fortaleza que fuera morada del papa Benedicto XIII en su exilio de Aviñón. Y así, a los pies de este imponerte castillo, vemos una escultura del conocido con el apelativo de “Papa Luna”.

Después de la visita al monumental CASTILLO-FORTALEZA DE PEÑÍSCOLA y al PARQUE DE ARTILLERÍA (ver información y fotos de la visita en los enlaces), retomamos el paseo, ahora en descenso, por las empinadas y atractivas calles que conforman esta singular Villa.